imagenes
Archive for abril 2018
Kasadya Hellhound Born
_______________________________________________________________________________________________
Capítulo 17 (Parte 2)
El suelo se sacudió a medida que más bombas fueron detonadas.
Pronto el campo de batalla estaba cubierto de humo. Pero incluso después de
toda la potencia del fuego, se podían distinguir las siluetas de los demonios a
través del humo.
A medida que el viento limpiaba el aire, el campo de batalla se aclaró y vimos cómo los demonios se manifestaban sobre los cadáveres de sus hermanos derrotados. Miré hacia arriba, hacia los Caídos voladores, sabiendo lo que seguía a continuación. Ellos ya estaban alcanzando las esferas atadas alrededor de ellos. Pude ver que estaban armados con más pelotas que nosotros. Bueno, iban a hacer un infierno con el impacto del segundo asalto.
Los demonios se acercaron, sus ojos fijos en el pequeño número de Caídos reunidos delante de ellos.
A medida que el viento limpiaba el aire, el campo de batalla se aclaró y vimos cómo los demonios se manifestaban sobre los cadáveres de sus hermanos derrotados. Miré hacia arriba, hacia los Caídos voladores, sabiendo lo que seguía a continuación. Ellos ya estaban alcanzando las esferas atadas alrededor de ellos. Pude ver que estaban armados con más pelotas que nosotros. Bueno, iban a hacer un infierno con el impacto del segundo asalto.
Los demonios se acercaron, sus ojos fijos en el pequeño número de Caídos reunidos delante de ellos.
Podía ver la victoria que creían que estaban a punto de
obtener. ¿Una pequeña fuerza en contra de miles, sino millones, de demonios?
Para ellos nosotros ya estabamos muertos.
Detrás de ellos un ruido horrible rasgó a través de la brecha y retumbó a través del campo de batalla. El aumento del viento fue suficiente para batirme el cabello y las alas.
Detrás de ellos un ruido horrible rasgó a través de la brecha y retumbó a través del campo de batalla. El aumento del viento fue suficiente para batirme el cabello y las alas.
¿Qué demonios fue eso?
Miré más allá de ellos, hacia la brecha, y mi aliento me dejó cuando vi una enorme forma oscura detrás de la pared. Rojo, ojos malignos era todo lo que podía distinguir.
Es eso... ¡Oh maldita sea! Es él.
Aquellos eran los ojos que vi cuando el hermano de Chax me mostró lo que le había sucedido. Esos mismos ojos y la forma oscura eran responsables del golpe antes de expulsarlo.
El diablo acababa de salir a jugar.
Miré de nuevo a Chax, quien tenía la mirada fija sobre el mismo punto. Él sabía que si conseguía pasar a través de la pared, todos estábamos jodidos. Al oír el resoplido de un demonio, miré hacia abajo y los ví a unos pocos metros de distancia de nosotros.
― ¡Libérenlas!
― gritó Chax detrás de mí y las
hadas y arpías dejaron que las esferas llovieran sobre ellos.
Una vez más, la tierra se sacudió con la fuerza de las bombas,
enviando ondas a través de nuestros cuerpos.
Los demonios que escaparon de las bombas, estaban acercándose a atacarnos.
Los demonios que escaparon de las bombas, estaban acercándose a atacarnos.
Bien, era nuestro turno.
― ¡Ahora! ― le grité a mi hellhound, mientras
sostenía las esferas de mi bolsa.
Estaba tan contenta por todo lo que la práctica de béisbol
había hecho mientras estábamos en la escuela, porque funcionaba
como un encanto. Lanzando esfera tras esfera, vi como los demonios volaban
alrededor, partes de sus cuerpos dispersas por el suelo.
Agarré la última de mis esferas y después de lanzarla,
desenfundé mis espadas y me preparé para dar rienda suelta a mí misma y a los
otros hellhounds. Vi con diversión como los demonios que tenían sólo medio
cuerpo o sólo una pierna todavía avanzaban hacia nosotros.
Bueno, vamos a darles
puntos por su determinación.
Y a continuación, el momento había llegado por fin, tenía que usar mi nuevo regalo de la divinidad, liberé al revelado dentro de mí y a todos los demás hellhound a mí alrededor.
Sus encantos no serían capaces de llegar a ellos, mi divinidad los bloqueaba.
Con un rugido, irrumpimos hacia adelante al encuentro de los demonios. Rebané, lancé, agarré y arranqué. Luchamos, como berserkers; incapaz de controlar la furia dentro de nosotros, simplemente liberamos a la muerte. Agarrando un demonio con forma de pollo, lo utilicé para bloquear un par de espadas que venían en mi dirección. Lo despedazaron, dejándome sin escudo. Reaccionando por instinto, levanté un brazo, tratando de bloquear dos espadas dirigidas a mi torso.
Con un rugido, irrumpimos hacia adelante al encuentro de los demonios. Rebané, lancé, agarré y arranqué. Luchamos, como berserkers; incapaz de controlar la furia dentro de nosotros, simplemente liberamos a la muerte. Agarrando un demonio con forma de pollo, lo utilicé para bloquear un par de espadas que venían en mi dirección. Lo despedazaron, dejándome sin escudo. Reaccionando por instinto, levanté un brazo, tratando de bloquear dos espadas dirigidas a mi torso.
Sentí un pequeño dolor, y me pregunté cómo diablos había dolido tan poco. Cercené las dos cabezas e inspeccioné el brazo que había bloqueado
el golpe.
¡Hola! ¿Qué tenemos
aquí?
En la longitud del antebrazo, había afilados y dentados huesos
que se asemejaban a una especie de dinosaurio. Llevé mi brazo hacia atrás y les
saqué las espadas. Aturdidos, se detuvieron dándome tiempo de tomar sus cabezas
con facilidad. Miré a mis dos brazos y sonreí.
Extraño, pero malditamente
cool.
Usando mi enlace con mis hellhounds, vi como Max y Zurita a mi
lado, descubrían sus propios brazos dentados.
¡Infierno! ¡Quién se lo
iba a imaginar!
Ahora tenía dos armas más para matar con ellas. Siseé otra
vez, y ahora usando mis brazos, pude cortar demonios antes de tomar sus
cabezas.
― ¡Vamos! ― les grité a los demonios.
Nueva fuerza recorrió a través de mis músculos y les dí todo
lo que tenía. Con golpes de fuerza G los envié volando hacia atrás. Mis alas
estaban golpeando y cerrándose a la velocidad de la luz, manteniendo a los
demonios lejos de mi espalda y mis lados. Max lanzó a un demonio hacia mí y
saltando en el aire lo corté por la mitad. Cuando aterricé, rugí y los demonios
delante de mí se detuvieron con miedo. Los revelados
estaban sueltos y causando estragos.
Zurita rugió junto a mí y empujó a los demonios que estaban
delante de ella. Se veía como algo salido de las películas. A medida que ella
pasaba, la sangre brotaba en el aire, rociando todo a su alrededor. Demonios
volaron en el aire, como alfileres golpeados por una bola. Lada estaba usando
sus alas para hacer volar a unos cuantos demonios y cortaba sus cabezas
mientras lo hacía. Estábamos concentrados en la batalla.
Ese ruido horrible sonó de nuevo desde la brecha, el viento me
soplaba en la cara. Mirando hacia arriba, me atraganté con mi sonrisa.
¡Santo cielo!
Dos enormes garras estaban sosteniendo los lados del agujero.
El diablo estaba tratando de conseguir pasar a través de él, pero estaba
teniendo problemas al intentarlo.
¡Oh no! Eso no es bueno.
Él iba a encontrar una manera de pasar. Miré a mí alrededor,
tratando de determinar nuestra posición en el campo de batalla. Los demonios
estaban por todas partes, pero si te fijabas bien, también habían demonios
muertos por todas partes. Los Caídos estaban haciendo un daño real a la horda
que nos estaba asaltando.
― ¡Hellhound! ― alguien gritó delante de mí.
Mis ojos se encontraron con Ballen, ahora en el campo de
batalla, haciendo su camino hacia mí. Y aquí viene la muerte que no iba a
permitir que suceda.
Miré a mí alrededor en busca de Nina, pero con todo el caos,
no pude encontrarla.
― Es el
momento ― me dije.
No había manera de evitarlo. Ballen ya estaba en el campo de
batalla y siguiendo su ejemplo estaba el más grande, más malo de todos ellos
tratando de salir. No podía permitir que eso ocurra.
¡No! ¡Me aseguraré de
que eso no suceda!
Hice un trabajo rápido en los demonios alrededor de mí. Luego,
con la respiración más profunda que pude reunir, grité, ― ¡Nina!
Miré a mi alrededor, mis brazos mecánicamente cortando más
demonios, mis alas todavía golpeando y cerrándose.
Ahí, finalmente, un hombre lobo estaba volando por el aire. Vi
como ella alcanzaba el frente de nuestras líneas.
Manteniendo mis ojos en ella y moviéndome para salir de la
línea que ella estaba a punto de bloquear, irrumpí hacia adelante. Los demonios
volaron lejos con los golpes que les envié. La vi lanzar las esferas, y oí a
algunos de los Caídos gritarle. Finalmente, llegué a la primera línea, asegurándome
de que estaba fuera de la zona que ella había bloqueado.
Nina llegó corriendo por delante de mí, justo cuando yo salia.
Me di la vuelta y miré los rostros desencajados. No podían avanzar conmigo. El
rostro de Max estaba enfurecido mientras me miraba.
― ¡¿Kasadya,
que estás haciendo?! ― me rugió.
Mantuve a los demonios lejos de mí, y no le hice
caso. Buscando, encontré a Nina al final de la línea, lanzando las últimas
esferas que tenía. Mis ojos volvieron al lugar de antes y vi como Max golpeaba
la red invisible. Él estaba enojado. Haciendo caso omiso de sus intentos, mis
ojos viajaron a la única persona que sabía que tenía que encontrar. Estaba de
pie, inmóvil, conmocionado y herido, mientras me miraba.
Fin del Capítulo 17
3° Libro - Capítulo 17 (Parte 2)
Kasadya Hellhound Born
Hola!! Les traigo el decimoséptimo capítulo del 3° Libro de Kasadya Hellhound, de Karen Swart.
_______________________________________________________________________________________________
Capítulo 17 (Parte 1)
― Max, chicos,
necesito que me prometan algo ― dije,
dándoles la espalda.
No contestaron.
― Si me pasa
algo, necesito que todos ustedes cuiden a Chax. Asegúrense de que me supere y
continúe con la lucha. Los Caídos lo necesitan; él siempre ha sido su pilar, su
faro ― mi corazón se estaba
rompiendo.
― Kas, no
deberías hablar así ― dijo Max
con rabia.
Me di vuelta y lo miré.
― ¡Prométemelo!
― siempre encontraba la forma
de hacerme enojar.
Con los ojos llenos de ira, asintió. Zurita y Lada asintieron
también. Sonreí al ver la expresión sombría que tenían en sus rostros.
― Y ustedes chicos,
deben seguir adelante también. Max no vuelvas loca a Nanini, ¿de acuerdo? ― quería decir adiós, pero sabía que
podrían descubrir mi secreto.
― ¿Volverla
loca? Me temo que es al revés. Esa chica va a ser mi final ― miró de nuevo a Nanini que volaba
sobre los demás.
Su cara y sus palabras no concordaban. Sus ojos mostraron amor
y admiración.
Todo se hizo un poco más fácil; sabiendo que Max y los demás tenían a alguien para amarlos, y que amaban a cambio.
Todo se hizo un poco más fácil; sabiendo que Max y los demás tenían a alguien para amarlos, y que amaban a cambio.
Mis ojos encontraron a Chax, de pie en la linea frontal de ataque,
escuchando a Don y a Vulcan. Todo el mundo tenía a alguien para mantenerlos
conectados a tierra, a excepción de Chax. ¿Estaría bien?
Sentí la llegada de las lágrimas y las parpadee lejos. Mi padre se puso delante de mí.
Sentí la llegada de las lágrimas y las parpadee lejos. Mi padre se puso delante de mí.
― ¿Sabes lo
orgullosos que estamos de ti? Mirar a nuestra pequeña niña y ver en lo que se
ha convertido. Te queremos, cariño, y vamos a ganar esta. Te lo prometo ― Papá me agarró en un abrazo y me
aplastó contra su cuerpo.
Unas cuantas lágrimas cayeron, y reprimí un sollozo.
Oh, papá, si supieras.
― Te quiero,
papi ― le susurré, mi voz se
quebró en la última palabra.
Me soltó y dio un paso atrás. De repente estaba en otro
abrazo, el aroma a jazmín de mi madre me envolvió.
― Te quiero,
Kas. Yo... te quiero tanto ― dijo con
la voz rota.
― También te
quiero, mamá. Ahora, vuelve con los demás, la pared está a punto de romperse ― dije rápidamente antes de que mi
falsa valentía me fallara.
Ella asintió y con lágrimas, se desplazó de
nuevo junto a los otros. Me di la vuelta, parpadeando las lágrimas. Eso fue muy
difícil. La pared empezó a difuminarse. Un enorme muro, que se asemejaba
agua blanca, visible para todos nosotros. Entre las reliquias, el agua se
ondulaba como las olas, moviendose una tras otra.
Me di la vuelta para mirar a los caídos detrás de mí. Los ojos
de Chax se reunieron con los míos.
Chax asintió hacia mí y se volvió hacia los caídos.
Chax asintió hacia mí y se volvió hacia los caídos.
― Hemos
luchado muchas batallas. Algunos de hace poco tiempo, otros abarcamos muchos
años. Pero hay una cosa que tenemos en común. Todavía estamos aquí. Los Caídos
han protegido a la humanidad desde hace muchos años. Es nuestra
responsabilidad, no sólo con nuestro Señor, sino con toda alma existente, para
protegerla durante otros mil años.
No vamos a ceder, no vamos a aceptar el mal. Juntos
resistiremos y lucharemos por la única cosa que nuestro Señor nos dio.
Lucharemos por amor. Si no es por nuestros propios seres queridos, entonces lo
haremos por Él y por los que Él ama. Vamos a luchar con cada onza de amor que aún
tenemos en nosotros. Hermanos y hermanas, hoy vamos a proteger la tierra, no
porque queremos enmendar nuestros errores. Hoy lucharemos para decirle a todo el
mal que existe, ¡que nosotros estamos aquí! ― Los Caídos rugieron.
Hablando de déjà vu.
Entonces Chax se volvió hacia mí y asintió con la cabeza una
vez más. Miré a los hellhounds a mí alrededor. Era el momento de mi propio
discurso, esperaba hacerlo bien.
― Fuimos
creados para destruir. Dentro de nosotros hay algo que nadie puede comprender. Solo nosotros, que vivimos con ellos. Son únicos, ya que fueron creados
de esa manera. Hoy vamos a dar rienda suelta a la ira de Dios sobre el mal ¡y vamos a
demostrar por qué fuimos creados! ― mis
hellhounds rugieron en acuerdo.
Mi corazón se saltó un par de latidos, mi visión estaba a
punto de convertirse en realidad. Tomé una última mirada a todo el mundo, todos
preparados para la guerra.
Dandome la vuelta, me transformé a mi forma de hellhound revelado, y con eso sentí una conexión instantánea con todos los demás hellhounds. Eramos diez hellhounds en total. No éramos muchos en absoluto. Pero tenía la esperanza de que fueramos suficientes para darle a la primera línea de defensa una ventaja.
Hubo un cambio repentino en el suelo y luego una luz se derramó en el campo de batalla. Poco a poco, la pared empezó a romperse, revelando a millones de demonios detrás de ella. Y así empezó todo, mi pesadilla se hizo realidad.
Cerré los ojos y respiré profundamente, cerrando todos los vínculos que tenían los hellhounds, liberando a los revelados que estaban ocultos dentro de nosotros.
Dandome la vuelta, me transformé a mi forma de hellhound revelado, y con eso sentí una conexión instantánea con todos los demás hellhounds. Eramos diez hellhounds en total. No éramos muchos en absoluto. Pero tenía la esperanza de que fueramos suficientes para darle a la primera línea de defensa una ventaja.
Hubo un cambio repentino en el suelo y luego una luz se derramó en el campo de batalla. Poco a poco, la pared empezó a romperse, revelando a millones de demonios detrás de ella. Y así empezó todo, mi pesadilla se hizo realidad.
Cerré los ojos y respiré profundamente, cerrando todos los vínculos que tenían los hellhounds, liberando a los revelados que estaban ocultos dentro de nosotros.
Una nueva fuerza recorrió mi cuerpo, llenando todos los músculos. Estiré las alas y las levanté, haciéndolas sentir el viento que nos rodeaba. Mis ojos se abrieron de golpe, decidida y en paz con lo que iba a tener lugar. Miré a los demonios en frente de mí.
― Voladores ― gritó Chax.
Miré hacia arriba y vi a hadas y arpías volando por encima de
nosotros. Sus ojos fijos en la horda de demonios que marchaban hacia adelante.
Y a continuación, boom, la primera serie de trampas explotó y los demonios
comenzaron a volar por todas partes.
Los seres humanos habían hecho un trabajo fantástico. Más y más bombas estallaron y los demonios volaron por el aire. Partes de cuerpos de demonio llovían en el campo de batalla. Cuando el viento llevó al humo lejos de la entrada, pude ver la expresión sorprendida de Ballen.
Los seres humanos habían hecho un trabajo fantástico. Más y más bombas estallaron y los demonios volaron por el aire. Partes de cuerpos de demonio llovían en el campo de batalla. Cuando el viento llevó al humo lejos de la entrada, pude ver la expresión sorprendida de Ballen.
Deberías tener miedo,
deberías estar muy asustado. En unos momentos más, mi rostro será lo último que verás.
Continuará...