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Archive for enero 2017


Kasadya Hellhound Born



Hola!! Les traigo el quinto capítulo del 3° Libro de Kasadya Hellhound, de Karen Swart.
Muchas gracias por sus comentarios y espero que sigan escribiendo lo que piensan.

Espero que lo disfruten y nos estamos leyendo.

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Capítulo 5 (Parte 1)




— Debes salvarlos — dijo el niño mientras lo único que podía ver en mi sueño era una niebla blanca. 

Busqué alrededor, incapaz de distinguir algo.

— Eso intento — respondí mientras me daba la vuelta tratando de encontrar al niño que seguía apareciendo en mis sueños.

— La batalla comienza — dijo el niño.

Vi cómo se dispersaba la niebla y todo se volvía claro, mostrándome un escenario nuevo.

Miré hacia abajo al panorama frente a mí. Un grupo de personas formaba una línea. Yo estaba allí, de pie y esperando, Max estaba a mi izquierda y Zurita a mi derecha. Escanee los rostros de los demás en la línea, encontrando a Lada y a algunos más parados lado a lado, sus ojos fijos adelante. Un poco más lejos encontré más rostros familiares. Chax y el resto de los caídos estaban preparados en la segunda línea.

De repente una explosión a mi derecha atrapó mi atención, volteando mi cabeza hacia el sonido. Y ahí, en frente de mis ojos, un enorme agujero morado estaba formándose en el aire. La cara de Ballen fue lo primero que vi cuando el agujero comenzó a ampliarse. Tenía una sonrisa diabólica en sus labios, mirando hacia los Caídos en la línea desde el otro lado de la brecha que se hacía cada vez más grande.

— ¡Destrúyanlos! — les gritó a los miles de demonios, ya transformados detrás de él, que irrumpieron a través del agujero.

— ¡Hellhounds! — mi voz sonó a través de las líneas.

Mirando hacia abajo, vi a todos los hellhounds transformándose, incluida a mí misma. Ellos cambiaron de su forma hellhound a su forma de hellhounds revelados. Mis ojos se enfocaron en la Kas de mi sueño. Ella sobresalía de todos los demás, su tamaño era el doble que el de los otros revelados. Los demonios se acercaron a ellos y con un rugido, los revelados iniciaron el ataque. 

Huesos rompiéndose y espadas chocando unas contra otras, los gritos llenaban el aire.

Como un tsunami, los demonios descendieron sobre los Hellhounds. El resto de los demonios irrumpieron contra la línea de los Caídos que esperaban más atrás. El ensordecedor sonido de la batalla llenó mis oídos. Mis ojos volvieron a enfocarse en Chax mientras lo veía cortar las cabezas de sus adversarios. Pronto él estaba peleando con una masa de demonios, mientras los otros Caídos eran sobrepasados por ellos. Un rugido sonó enfrente de él y mis ojos viajaron hacia ahí. 

La cabeza de Max no estaba. Su cuerpo cayó al piso, uniéndose a los cuerpos sin vida esparcidos por todas partes.

— ¡No! — irrumpí hacia adelante chocando contra la pared invisible frente a mí, mis manos empujándola.

Vi con horror como mis amigos, familia y las personas que amaba morían ante mis ojos.
Cuando la cabeza de Chax fue tomada, el hellhound revelado de Kasadya rugió con furia. Se volvió y miró en su dirección, lágrimas de sangre cayendo por su rostro. Ella era la última que quedaba, todos los caídos estaban muertos. Los demonios la rodearon, la tiraron al suelo, sus armas perforaron su cuerpo. Sus lágrimas corrían libres por sus mejillas y pronto su rostro estaba cubierto de surcos sangrientos.

Ballen caminó hacia ella — Nunca tuviste ninguna oportunidad. Ahora te mandaré donde tu Señor y así podrás decirle que desde ahora, la tierra me pertenece a mi.

Ballen cortó su cuello. Con un repugnante sonido, su cabeza cayó al piso y rodó lejos de su cuerpo.

— ¡No! ¡No! — grité y golpeé la pared.

— Debes salvarlos — dijo la voz del niño detrás de mí.

Di vueltas alrededor, listas para matar a cualquiera que apareciera, pero estaba sola en la niebla blanca otra vez. Lágrimas caían de mi rostro por haber presenciado la pérdida de mis seres queridos.

— ¡¿Cómo los salvo?! — le grité a la niebla, desesperada por encontrar una respuesta.

— No puedes fallarles — el murmullo fue la única respuesta antes de que la niebla desapareciera y yo quedará sumida en la oscuridad.

— Kasadya — la voz sonó en mis oídos.

— Kasadya, despierta — salté y golpeé mi cabeza contra Chax.

Él me agarró y me sostuvo.

— ¿Kasadya, qué está mal? — agarró mi rostro y me forzó a mirarlo.

Yo estaba llorando y mi respiración estaba fuera de control otra vez.

— Vi la batalla. Vi como todos moríamos — dije con voz ronca, seguido por un sollozo.

Él me empujó en un abrazo.

— Fue solo un sueño — trató de calmarme frotando mi espalda.

¿Lo fue?

— Era tan real — lloré en su pecho — Estaban todos muertos.

Él me forzó a mirarlo hacia arriba de nuevo.

— No dejaré que eso pase. Lo detendremos antes — trató de calmarme.

Pero yo sabía, sabia, que lo que vi no era un sueño. Era el futuro. Lo sabía tan bien como sabía que Chax no sería capaz de salvarlos. “Tienes que salvarlos”. La voz del niño sonó en mi cabeza. Dependería de mí salvarlos a todos.

— Chax, necesito terminar esta cosa con los arcángeles. Necesito detener esto — declaré, empujándolo lejos suavemente y parándome de la cama.

— Primero empezaras por cuidar de ti misma — él se puso de pie y camino hacia la puerta. — Toma un baño, estaré esperándote — y con eso se fue, cerrando la puerta detrás de él. 

Me quedé de pie ahí sin palabras.

¿Él siquiera escuchó lo que acabo de decir?

Miré alrededor de la habitación y encontré mi mochila al borde de la cama.

¡Bien!

La agarré y entré en el baño, el cual era gigante y olía divino con la esencia de… melocotones.

Simplemente genial, malditos melocotones.

Me arranqué la ropa, pasé por alto la idea de darme un baño y fui por una ducha rápida.

¡A la mierda con cuidar de mi misma!

Si no detenía esto, todos estaríamos muertos. Me lavé en tiempo record y salí de la ducha, completamente vestida con mi traje de batalla.

Caminé dentro de una pequeña sala y ahí, en el piso, estaba Chax mirando hacia mí.

— Dije baño, no ducha — me miro con el ceño fruncido.

Levantando mi barbilla en desafío, dije — No hay tiempo para caprichos, Chax. Necesitamos tener esto listo y salvarnos a todos nosotros.

Él me lanzó su mirada de la muerte, pero viendo que no iba a ceder, suspiró y me hizo señas para que me sentara frente a él.

— ¿Por qué debería sentarme en la alfombra? — le pregunté, confundida.

— Porque no dejaras esta habitación hasta que lo hagas — continuó, apuntando al piso.

¡Maldición!

Planté mi trasero en el piso, muy consciente de que sus ojos seguían mis movimientos.

— Ahora, cruza tus piernas y pon tus manos así — él ajustó su cuerpo, imitando una posición de meditación.

Lo quedé mirando, no moviéndome ni un centímetro.

— Ahora, Kasadya — me gruñó.

¡Bien!

Crucé mis piernas e imité su posición.

— Bien. Ahora exhala profundamente. Luego inhala profundamente — dijo comenzando con una exhalación.

Hice lo mismo, aun mirándolo. Sus ojos estaban cerrados así que tenía la oportunidad de mirarlo libremente. Su rostro estaba cubierto de un poco de barba y lucía exhausto.

Me pregunto que ha estado haciendo.

Mis ojos viajaron sobre él hasta que llegué a su pecho, y de pronto no pude mirar hacia otro lado. Un repentino rubor se extendió sobre mí y me agité en el suelo.

— Cierra tus ojos y concéntrate — me regaño, espiándome por debajo de sus pestañas.

Ahora completamente roja de la cabeza a los pies, cerré mis ojos y respiré como él me había dicho.

Esto es estúpido e inútil. Debería ocupar mi tiempo en cosas más importantes.

Después de lo que pareció ser una hora infinita, él finalmente volvió a la tierra.

— Bien, mañana haremos lo mismo de nuevo. Cuando te encuentres a ti misma en una situación donde sientas que te estas sofocando, o te sientas inquieta, necesitas poner en práctica la misma técnica de respiración que acabamos de hacer — dijo, poniéndose de pie.

Me puse de pie y rodé mis ojos hacia él.

Si claro. Como si yo tuviese tiempo para andar jugando por ahí.

— Ve a buscar algo de comida. Me uniré a ti y los otros en un momento — indicándome con la mano la puerta que estaba a mi izquierda.

Me giré y lo dejé sin mucho más que un vistazo. Él estaba actuando como si no hubiese nada por lo que preocuparse. ¡Como si nosotros no fuéramos a morir! Para el momento en que alcancé el pasillo donde estaba mi antigua habitación, estaba echando humo de lo enojada que estaba. 
 Pero al alcanzar las escaleras, me detuve.



Continuará...


3° Libro - Capítulo 05 (Parte 1)

Publicado por: engel.must 8 Comentarios

Hola!!!

Creo que ya era hora de hacer esta entrada. Han sido muchos los comentarios pidiendo los libros de Chicagoland Vampires. En serio, jamás pensé que serian tantos.


Y está empezando a ser un poco... tedioso.


Todas las personas que quieran que les mande el libro 8 y/o 9 de Chicagoland Vampires, deje un comentario en esta entrada con su mail y un lindo mensaje solicitandolo cual quieren que les envíe.

Les dejo unos tips para que logren su objetivo:

1. Escriban bien su correo electrónico.
2. Sean amables.
3. No asuman que mi trabajo es mandarles los libros, porque no es asi.
4. Con un mensaje basta, no es necesario llenarme la bandeja de entrada o hablarme por hangouts, si no les he enviado los libros es porque no he tenido tiempo.
5. No me pidan el libro 10 porque no lo tengo, si lo tuviese lo habría publicado.

Nota: Si dejan más de un mensaje o piden que les envíe el libro 10 entran en mi lista negra y bien podrían esperar los libros sentaditos frente al computador. Y no hablar de dejarme mensajitos por hangouts....

Bueno, y por último, los invito a dejar un comentario, que si no quisiese compartir los libros no habría perdido el tiempo haciendo este post.

Libros 8 y 9 de Chicagoland Vampires??

Publicado por: engel.must 170 Comentarios

Kasadya Hellhound Born







Hola!! Les traigo la segunda parte del 4° capítulo del Libro de Kasadya Hellhound Born, de Karen Swart.

Espero lo disfruten y comenten que les ha parecido hasta ahora. Besos!!!


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Capítulo 4 (Parte 2)






— Bueno, Gracias a Chax y a Kasadya por encontrarte y traerte a casa. Ahora, estas a salvo y lista para empezar tu entrenamiento como apprendo.

Ella le sonrió a Vulcan, incluyendo a los otros en su risa, alivio por toda su cara. La culpa me devoraba de nuevo. Debió haber sido difícil para ella, sola y sin ninguna explicación.

— Lo hiciste bien Kasadya, gracias a tus tácticas, ella está a salvo ahora — Chax me susurró en mi oído, estaba detrás mío.

Él podría haberme asustado hasta la muerte, pero por alguna razón, el momento en el que empezó a hablar, fue fácil.

— Chax, a salvo es la último que está ahora. Yo solo traje a una niña a una guerra que podría matarnos a todos. Ella está lejos de estar a salvo — le susurré de vuelta.

Su mano fue a descansar en mi hombro.

— Eso puede ser verdad, pero ahora ella tiene una oportunidad de sobrevivir y no está sola — respondió, intentando aliviar mi conciencia.

Asentí, no queriendo pelear con él. Ella estaba a punto de obtener un curso intensivo del infierno, mientras aprende a sobrevivir en el mundo de los Caídos no es una tarea fácil.

— ¿Alguien encontró algo? — pregunté, girando para mirarlo.

Su cara me dio su respuesta.

— No — dijo, confirmando mis pensamientos.

Repentinamente toda la casa se sacudió con una fuerza que se sintió y sonó como una explosión. 

Agarrando la mesa, me estabilice a mí misma. Todos perdieron su equilibrio y se afianzaron a sí mismos en el acto. Chax, sin embargo, frunció el ceño y miro alrededor de la habitación. Entonces puso esa mirada enojada que siempre ha tenido, bueno, al menos cuando yo estoy alrededor.

— ¡Abby! — gritó, saliendo furioso de la habitación. Lo seguí de cerca, preguntándome que en el infierno acaba de pasar.

Él marcho a la puerta de un pasillo y la tiró abriéndola. Humo salía por el pasillo.

Oh, esto no se ve bien.

Ben y Abby aparecieron chocando la puerta, corriendo justo hacia Chax, empujándolo contra la pared. Mientras Abby tumbó a Chax al piso, yo agarré a Ben y lo enderecé. Estaba cubierto de cenizas negras y rápidamente escaneando a Abby, ella apareció toda cubierta de esa cosa. 

— ¡¿Abby, qué en el nombre del cielo has hecho ahora?! — gritó Chax.

Ella se estremeció y rodó fuera de él.

— Um… nosotros tratábamos de hacer algo y como que no funcionó — explicó, agarrando la mano que Lotan le ofrecía para ponerla de pie.

— ¿Qué intentabas? — preguntó Chax, poniéndose de pie.

Abby trató de sacudir su ropa y miró a todos parados alrededor de ella, mirándola.

— Tratamos de construir una pequeña bomba — admitió, abatida.

Yo estallé en risas, mientras la expresión de Chax revelo que estaba a punto de explotar. Él me miró y luego volvió a Abby.

— ¿Qué? — demandó Chax, claramente enojado con ella.

— Antes de que enloquezcas con ella, puedo explicarlo — dijo Ben, moviéndose entre Abby y Chax.

Sonreí frente a la determinación que tenía. También note que estaba siendo muy protector. Intrigada, mantuve mis ojos en él.

— Nosotros usamos algún elemento de los Caídos y lo insuflamos con napalm. Como puedes ver, funcionó. Solo no pensamos probarlo afuera — admitió, mirando a Max por ayuda.

Mire a Max para encontrarlo sonriéndole.

— ¿Por qué querrían crear una bomba? — preguntó Chax, caminando por la puerta y mirando hacia abajo; su rostro cayó incluso más que antes cuando fruncía el ceño.

— Para asegurarnos de que derribemos a la mayor cantidad posible, cuando el momento llegue — respondió Ben.

Chax permaneció de pie mirando abajo a lo que yo preveía que era un caos y suspiró.

— La casa nunca sobrevivirá a ellos — lo escuché murmurar, antes de que se diera la vuelta y mirara a todos.

— Vayan a limpiarse — ordenó, despachando a esos dos.

— Eso fue asombroso — dijo Raven detrás de mí.
 
Todos empezamos a reír, excepto Chax.

— Vulcan — dijo Chax, su mirada puesta en él — debemos encontrarle un custos.

— Yo la tomaré — dijo Caim, poniendo una mano sobre el hombro de Raven.

Zurita le sonrió a él y se movió más cerca de ellos.

— Hecho — dijo Vulcan, sonriéndole a Chax, quien no pareció impresionado con la pareja.

Seee, con Kali convirtiéndose en el enemigo, Caim no tiene apprendo.

El pensamiento me recordó su traición y mi humor cayó en picada otra vez.

Mis emociones eran una montaña rusa en estos momentos. En un instante estaba enojada, al siguiente de paseo en el vagón de la culpa. Pero la mayoría del tiempo me sentía cansada. Solo quería arrastrarme debajo de una roca y desaparecer.

— Bueno entonces, creo que todos deberíamos ir a descansar. Mañana continuaremos con la cacería — dijo Chax y sentí su mano en mi brazo.

Mirando hacia arriba, me encontré con sus ojos y pude ver algo de comprensión en ellos.

— ¿Quieres regresar a la cabaña? — me preguntó.

Noté que los otros estaban caminando lejos, yendo a encargarse de sus propios asuntos.

Buena pregunta.

¿Quería quedarme aquí y arriesgarme a encontrarme con Zurita constantemente? Oh, y no nos olvidemos de Raven. ¿O quería ir a un lugar que se construyó especialmente para mí? No tenía ninguna pista de donde quería estar por el momento.

— Sube las escaleras y descansa un poco. Se hará mejor con el tiempo — él decidió por mí.

Asentí con mi cabeza en acuerdo y subí las escaleras. Con algo de suerte, no me encontré a nadie en la sala y pude hacer el recorrido hacia mi habitación sin más mierda dirigida a mí. Camine dentro y cerré la puerta detrás de mí. Caminando hacia la cama, me senté y mire alrededor.

Esta no se sentía como mi habitación, ya no.

Solo mirando alrededor trajo recuerdos de mí y Kali.

Me levanté y comencé a ir y venir. Mis recuerdos me atraparon en el pasado, forzándome a revivir la muerte de Ryan, y la traición de Kali. Mi puerta voló abierta y Chax irrumpió adentro. La pateó y se cerró detrás de él y caminando directo hacia mí, mientras yo daba un paso atrás alejándome de él.

Ignorando mi retroceso, me agarró y me aplastó contra su pecho mientras murmuraba — Respira Kasadya.

Yo automáticamente tomé una respiración profunda finalmente entendiendo que acababa de pasar. 

Lágrimas quemaron mis ojos. Todo era un gran desastre.

— Te conseguiré otra habitación — continuó, y se teletrasportó conmigo.

Aterrizamos en una habitación que nunca había visto antes.

— Respira Kasadya — dijo mientras frotaba mi espalda, proyectando sentimientos de calma en mí.

Después de unos minutos, mi respiración volvió a la normalidad pero él me mantuvo en su abrazo.

— Necesitamos trabajar en esto. Tú necesitaras aprender algunos ejercicios de respiración y quizás incluso algo de meditación — dijo mientras me conducía a una cama gigante.

Mirando alrededor de la habitación. Pude ver muchas pinturas. Me paralice cuando mis ojos captaron una pintura con el nombre Da Vinci garabateado en la parte de abajo. Yo nunca había visto una pintura así de Da Vinci.

— La compré de él cuando aún tenía dificultades para vender algunas pinturas — declaró Chax, cuando se dio cuenta que había captado mi atención.

¡Santa mierda! Eso debía valer millones.

Mis ojos viajaron por las otras pinturas. En todas partes, nombres de famosos artistas en las pinturas.

— ¿Te gusta coleccionar cosas? — le pregunté, sentándome en la cama y mirando hacia él.

Sus ojos viajaron sobre ellas.

— Es duro conservar recuerdos cuando vives tanto como yo lo he hecho. Esto me ayuda a recordar. El día en que compré esa pintura, peleamos contra una legión de demonios. Perdimos a tres Caídos ese día también — explicó.

 Mis ojos estaban fijos en él. Tener que vivir tanto, recordando todas las cosas de mierda que te han pasado, repentinamente ya no me pareció muy atractiva la idea.

— Lo siento — susurré.

La disculpa se me escapó antes de que pudiese darme cuenta, mucho menos pensé sobre en su reacción. Él miro abajo hacia mí y sonrió.

— Vamos a dormir un poco. Mañana, primera cosa, empezaremos el día con algo de meditación. Estoy pasando esa puerta por si me necesitas — dijo, indicando donde estaba la puerta.

Dio un paso a través de ella y, con un asentimiento final, la cerró detrás de él.

Me recosté en la cama, mirando todas las pinturas. De alguna manera, mientras miraba toda la belleza a mí alrededor, comencé a dormirme en la oscuridad.


Fin del Capítulo 4

 

3° Libro - Capítulo 04 (Parte 2)

Publicado por: engel.must 5 Comentarios

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