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Kasadya Hellhound Born






Hola!! Les traigo la segunda parte del 3° capítulo del Libro de Kasadya Hellhound Born, de Karen Swart.

Perdón por la demora, pero es que no tengo tiempoooo!!


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Capítulo 3 (Parte 2)





De todos los lugares, aterrizamos en el Coliseo.

— Tenemos que cubrir toda la cuidad. Dispérsense y busquen en parejas. Si encuentran algo, avísenlo por Corra — instruyó Chax, en el momento en que la teletransportación terminó.

Mire a los otros. Max y Nanini estaban de pie lejos el uno del otro. Y Nanini no lucia muy feliz en lo absoluto. Caim y el nuevo hellhound femenino estaban juntos, sonriéndose el uno al otro. Yo estaba agradecida de ver que Chax y yo no éramos los únicos con problemas en adaptarse.

Con una última mirada Max asintió con la cabeza y se teletransportó con Nanini.

Pronto, solo quedábamos Chax y yo. Mire hacia Chax, lista para empezar. Nos teletransportamos a un callejón y empezamos a caminar por la calle.

— ¿Cómo es que todos están ayudándome después de que lo arruine tan mal? — pregunté cuando nos adentramos a la calle.

— Nosotros siempre estuvimos juntos Kasadya; siempre hemos querido proteger el mundo — respondió.

Yo no tenía una respuesta a mano, de hecho, medite profundamente sus palabras. En realidad, todos tenemos la misma causa, pero, estaba segura que no todos habían saltado por esa razón.

— ¿Tú lo planificaste? — pregunté finalmente.

— No. Miguel y los otros lo organizaron mientras tú dormías — respondió.

Pensé a cerca de esa pieza de información. Realmente no creía que todos ellos vendrían en mi ayuda. Es más probable que Miguel hubiese llevado a cabo algún tipo de trato. Sin embargo, estaba agradecida. Tenía que arreglar esto antes de que el día de juicio final ocurra. 

Caminamos por las calles por lo que parecieron horas. Nada excepto un humano ordinario o dos pasaron. Era casi como si los demonios no estuviesen en la tierra. Pero, conociéndolos, les era imposible mantenerse alejados, necesitaban alimentar su pecado.

Chax se detuvo en frente mío, entonces me moví a su lado. Él estaba mirando a dos tipos caminando por el callejón y justo frente a ellos estaba una chica un poco más jóven que yo. Me dio carne de gallina por todo el cuerpo, y sabía muy bien que eso no era bueno. Me moví hacia adelante, pero Chax puso su mano en frente de mí deteniendo mi avance. 
Confundida, lo miré.

— Los seguiremos, veremos cuáles son sus planes y entonces necesitaras empezar a confiar en la cosa que hablamos — dijo en voz baja.

Eso sonó realmente raro, pero ok.

Asentí y comenzamos a seguirlos en silencio. La chica seguía mirando detrás de ella, sentía que no estaba sola y que estaba siendo seguida.

¡Buena chica!

Estaba orgullosa de que ella no estaba solo paseando por la calle, sino que también era consciente de su entorno.  Repentinamente ella hizo un movimiento muy estúpido y se metió en un pequeño callejón.

— Imbécil — gruñí, comenzando a desenfundar mis espadas mientras avanzaba más rápido. 

Chax no me detuvo, de hecho, lo sentí aumentar su paso para mantener el mío. Los dos tipos entraron en el mismo callejón.

— ¡Maldición! — dejé salir con frustración.

¡Chica estúpida! ¡¿Qué mierda está haciendo?!

Alcanzamos el callejón y entramos, lo que vimos nos hizo a ambos detener nuestro avance. Ahí, frente a nosotros, estaban los cuerpos de los dos tipos en el piso, sus cabezas cortadas. Miré como la chica levantó unas espadas de sus manos y para colmo, dos grandes alas se levantaron detrás de ella.

— ¿Qué mierda? — exclamé.

Estaba anonadada, clavada en el lugar por el espectáculo enfrente de nosotros. Ella nos miró con sus ojos amarillos escaneando, de uno a otro, probablemente tratando de entender que estábamos haciendo.

— Chax — murmuré.

Lo miré por alguna clase de explicación

— Estoy viendo, Kasadya — respondió, mientras enfundaba sus armas.

— ¿Quién eres? — demandó la chica, no moviéndose de su posición de ataque.

— Somos caídos, pequeña. Ahora déjame preguntarte, ¿Quién eres tú, y dónde está tu custos? — la interrogó Chax.

El alivio en su cara era visible incluso desde donde yo estaba parada en la oscuridad.

¡Demonios! Ya sabía la respuesta.

— ¿Te separaste y te perdiste cuando los demonios atacaron, no es cierto? — pregunté, moviéndome adelante.

Ella estaba aliviada, pero seguro como el infierno que no estaba lista para que nos acercáramos a ella. Levantó sus espadas, lista para pelear.

— No te haremos daño. Déjanos ayudarte — dijo Chax, al mismo tiempo en que tomaba un alarmante paso en su dirección.

— ¡Si, bueno! ¡¿Dónde demonios han estado en los últimos dos años?! — exclamo.

Claramente estaba enojada. Entendible, dado el hecho de que ella tuvo que sobrevivir sola todo este tiempo.

— Pensábamos que todos los jóvenes habían sido contabilizados. Me disculpo si te fallamos. Danos una oportunidad de rectificar nuestro error — continuo Chax, pero desde mi punto de vista era bastante claro que ella no iba a hacerlo.

— Ok, mira. Sé que estas enojada. Yo también lo estuve, y de hecho, aun lo estoy. Pero tenemos mayores problemas esparcidos por el mundo. Si hubiésemos tenido que andar persiguiendo a hellhounds perdidos, estaríamos malgastando tiempo valioso. Y créeme, no quieres estar sola y ser un Caído cuando la tierra se venga abajo — intercedí.

— Kasadya — me reprendió Chax.

Yo solo lo rechacé.

— ¿Funcionó conmigo? — le pregunté en su lugar. Él sacudió su cabeza.— ¿Entonces por qué pensaste que funcionaria con ella? — continué.

Él me sonrió y entonces miro a la chica 

— Buen punto.

Sintiéndome toda aturdida sobre lo que acababa de hacer, yo también la miré. Ella bajó sus espadas e inhaló profundamente, mostrando finalmente lo nerviosa que estaba.

— Ok, estoy escuchando — dijo, mientras guardaba sus espadas dentro de lo que parecían ser fundas hechas a mano.

Yo solo moví mi cabeza.

Debería de volver y patear los traseros de todos.

— Vamos, es tiempo de que te unas a tus parientes y empieces a pelear en la guerra — dije, dándome vuelta y saliendo de ahí. No le iba a rogar. Chax dudo por un segundo pero luego comenzó a seguirme.

— ¡Esperen! ¡Maldición! Ok, ok — farfulló detrás de mí, mientras una pequeña sonrisa aparecía en mi cara.

No tenía idea donde había aprendido a lidiar con adolecentes, pero aparentemente lo había hecho.

— ¿Cuál es tu nombre? — le pregunté, sin mirar atrás.

— Raven — respondió, al lado mío.

Mire abajo, hacia ella — ¿Cuántos años tienes? — continúe.

Chax estaba esperando, dejándome tomar el control.

Realmente esperaba tener el control.

— Dieciocho. ¿Dónde vamos? — preguntó.

Me detuve y mire el club que estaba cruzando la calle.

— De caza, Raven. Solo quédate callada y déjanos hacer el trabajo. Si algo pasa, trata de no apuñalarnos — gruñí e irrumpí hacia adelante, poniendo una sonrisa cuando pase al guardia.

— Ok, lo que sea — Raven lanzó de vuelta.

Me detuve y la mire furiosa. Por la esquina de mi ojo, capté a Chax tratando de mirar a otro lado para ocultar su sonrisa.

— Raven, si quieres sobrevivir para ver Exsilium, te sugiero que escuches. Sobrevive a esto y serás útil — respondí con irritación.

Casi me pegué a mí misma cuando me di cuenta de lo que había dicho. Miré a Chax otra vez, gran sonrisa fue todo lo que necesité para lanzar mis manos al aire e irrumpir dentro del club.

— ¿Ella siempre está tan tensa? — escuché como Raven le preguntaba a Chax.

— No, no realmente — respondió Chax.

Me di la vuelta y los mire intensamente.

— No estoy tensa. Solo no creo que esto sea una broma — les arrojé.

Me di vuelta, no interesada en sus respuestas.

— ¡Diablos! Debe ser el cuero — replicó Raven sin aliento.

Hombre, yo debería haber cerrado mi boca y dejar que ella y Chax lo resolvieran.

— Quizás — él respondió, ahogándose de la risa.

¡Argh! Agarre a un tipo frente mío y lo empuje lejos mientras miraba alrededor.

— ¡Nada! — Yo estaba irritada con Raven y toda la maldita situación.

— A su debido tiempo, Kasadya — dijo Chax, a mi lado una vez más.

— No tenemos tiempo — le recordé.

¡Hola! ¡Demonios, artefactos, gran explosión!

— Los lores nunca se han mostrado en público, al menos tienen algo de crédito por eso — continuó Chax.

¡Oh, simplemente genial! ¿Cómo los mato si no puedo encontrarlos?

— ¿A esto le llamas ir de caza? — se quejó Raven a mi derecha.

Le di a ella una de las miradas estilo Chax.

— Se te van a salir los ojos ¿sabes? — dijo ella, encontrándose con mi mirada.

¡Eso es todo! ¡La voy a matar!

Chax se puso entre nosotras en un segundo, su mano en mi hombro. Sus sentimientos reemplazando mi rabia, pero desgraciadamente antes de eso sentí su diversión. Le fruncí el ceño, no demasiado impresionada.

— Vamos, llevemos a Raven a Exsilium y nos instalamos — sugirió Chax.

— Bien — murmuré, aun irritada con el intercambio entre ella y Chax a costa mío.

— Afuera — ordenó Chax, pasándome para liderar el camino mientras Ravel iba detrás de él.

Una vez afuera, caminamos hacia un callejón silencioso y nos detuvimos.

— Raven, vas a tener que tomar mi mano — dijo Chax mientras le ofrecía su mano a ella.

Ella miró su mano como si el hecho de tocarlo fuera algo horrible.

— ¡Por lo que más quieras! — exclamé mientras irrumpía hacia adelante, agarraba su mano, sin pensarlo, nos teletransporté a la casa de Chax y no a la cabaña donde nos estábamos quedando.

¡Al infierno con eso también!

Aterrizamos en la puerta del frente y deje ir su mano, irrumpiendo adentro.

— ¡¿Qué infiernos acabas de hacerme?! — bufó hacia mí.

Me di la vuelta para mirarla y la encontré en el piso, vomitando.

Seee, mi noche solo se ponía mejor.

Chax se teletransportó, claramente descontento conmigo.

— Te estabas demorando mucho — dije mientras lo vigilaba.

Moviendo su cabeza, se agachó para ayudar a Raven a levantarse.

— ¿Siquiera se te ocurrió que ella podría nunca haberse teletransportado? Nadie le ha enseñado, Kasadya — replicó, su voz claramente decepcionada.

Él la tomó en sus brazos y camino hacia la casa.

Maldición, no pensé en eso.

Los seguí dentro de la casa. Fue directo a la sala y la acostó en el sofá.

— ¡Ey! ¿Qué pasa? — preguntó Nanini, mirando de Chax a la chica en sus brazos, quien actualmente se veía del color de la leche.

— Ella me conoció esta noche — anuncie, sonriéndole rápidamente a Nanini quien estallo en carcajadas.

— ¡Kasadya! — exclamó Chax.

¡Si, lo sé! ¡Detente!

Max apareció, bajando las escaleras y se paralizó cuando me vio abajo. Mi humor cayó en picada como un avión descendiendo del cielo. Max. Miré a Nanini, quien parecía repentinamente enojada con él, entonces le dio la espalda. Él se quedó parado ahí, como si estuviese inseguro de que hacer.

Extraño ni siquiera se le acercaba a esto. Oh, infiernos, ¿Ahora qué?


Fin del Capítulo 3

 

3° Libro - Capítulo 03 (Parte 2)

Publicado por: engel.must 7 Comentarios

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