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Archive for febrero 2017
Kasadya Hellhound Born
Hola!! Les traigo la segunda parte del quinto capítulo del Libro de Kasadya Hellhound Born, de Karen Swart.
Espero que disfruten la lectura y comenten que les ha parecido el capítulo.
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Capítulo 5 (Parte 2)
— “We are the
champions my Friends. We’ll keep on fighting to the ennnnnd” — Las voces
gritaban al son de la canción de Queen.
Ni siquiera había notado todo el ruido hasta ese momento. Reanude
mi andar y al bajar las escaleras, encontré a la mayoría del grupo en la sala,
mirando lo que se escuchaba como tres gatos morían dolorosamente. Lotan y Lada
estaban sentados en el sofá riendo. Ben y Max estaban en la mesa, mirando. Mientras
que Nanini, Raven y Abby, cantaban con sus manos arriba. La escena me dejó
pasmada y no fui capaz de mirar a otro lado.
Max se levantó y caminó hacia mí,
con una expresión de dolor en su rostro.
— Ellas no se callan — se quejó Max.
Lo miré y luego a las chicas, quienes obviamente estaban
disfrutando de ellas mismas. Nanini gritó como un gato mientras las otras dos
trataban de alcanzar las notas bajas. Era un sonido horrible y una risa se me
escapó.
— Déjalas ser. Ellas no tienen mucho momentos para disfrutas
de ellas mismas — dijo Zurita repentinamente apareciendo detrás de mí. Me di
vuelta para mirarla y asentí lentamente.
Si, déjalas tener algo
de diversión, en unos momentos toda la diversión se habrá ido y estaremos
tratando de salvar la tierra de nuevo.
Zurita me hizo señas para que la siguiera. Evadirla no iba a
ayudar, así que la seguí. Ella caminó hasta la cocina donde Caim estaba
haciendo el desayuno. Me planté en la mesa y los miré. Zurita caminó hacia él y
le dio un beso en la mejilla.
Wow, esos dos no tenían
problemas con toda la cosa del vínculo.
Sintiéndome fuera de lugar, moví mis ojos, tratando de evitar
la escena de ellos besándose.
— Entonces, Kas. Miguel me dijo que tú habías sido escogida
para la divinidad — dijo Zurita.
Asumiendo el costo claramente, enfoqué mi atención de vuelta a
ella.
— Aparentemente.
Ella se acercó y me ofreció una taza de café.
— ¿Sabes lo que significa eso? — preguntó.
Se sentó frente a mí, sus ojos perforando los míos. Me sentí
fuera de lugar y realmente estúpida en ese momento.
¿Todos saben los
detalles excepto yo?
— Más o menos — respondí.
Levantó sus cejas hacia mí, haciéndome sentir incluso más
estúpida.
— La divinidad es cuando tu transformación va de una forma
normal a una forma Arch[1]. ¿Sabías
que también recibirás un regalo de nuestro Señor? — preguntó, muy divertida
consigo misma.
— No — repliqué, tomando algunos sorbos de mi taza.
Claramente ella estaba con ánimos de “restregármelo en la
cara”.
— Si, justo como Miguel y los demás, tú serás capaz de
desarrollar algo especial.
La miré, mis ojos nunca dudando y mi boca cerrada.
¿Debería decirle que
todos nosotros estamos bien muertos y que nada de esto importaba?
— Ya veo — dijo, toda orgullosa de sí misma.
Entonces, Chax camino dentro, salvándome de su interrogatorio.
— Salve — él los saludo antes de que sus ojos se aferraran a
mí.
Fue a conseguir una taza de café y luego vino a sentarse al
lado mío.
— Zurita, nosotros nos dirigiremos a cosas como esa cuando la
ocasión llegue. Por el momento, Kasadya necesita enfocarse en lo imprescindible
— la reprendió.
Las cejas de ella se levantaron en shock, pero por suerte para
ella, no trató de decir nada más.
— ¿Cómo vamos a encontrar a los príncipes? — preguntó Caim,
poniendo unos platos con comida en frente de mí y Chax.
— No lo sé — admitió Chax, mirándome.
Busqué en sus ojos y encontré la verdad. Él no sabía cómo
encontrarlos.
Mierda, eso no es bueno.
Yo encontré a uno y eso fue pura y malditamente suerte.
Con mi humor oficialmente arruinado, recogí un pedazo de comida
y lo mordí.
¿Qué demonios vamos a
hacer?
— Bueno, si encontramos a uno, necesitamos quedarnos en la
tierra — dije, recordando mi pelea con Ira.
Chax me miro cuestionándome.
— Ellos se curan súper rápido en el infierno. En la tierra, ellos
apenas se curan, dándonos una ventaja — expliqué.
— ¿Cómo sabes eso? — preguntó Chax, su tenedor suspendido en
frente de él y sus ojos disparando dagas hacia mí.
Tratando de evadirlo, miré a Zurita y Caim y los encontré
esperando una explicación de mi parte.
Demonios.
— La noche que maté
a Ira, él me teletransportó a su lugar en el infierno. Así fue como descubrí
que él podía sanar realmente rápido ahí — espere por la explosión de Chax.
Él se veía como si fuese a matar a alguien, y en ese momento
estaba muy segura de que ese alguien era yo.
— ¿Él te teletransportó al infierno? — preguntó Chax otra vez.
Yyyyyy, aquí viene.
Asentí y me preparé para el impacto. Hubo un instante de
silencio mortal, como esos momentos justo antes de que una granada explote. Tú
veías en cámara lenta como caía al suelo y sabias que iba a hacer boom. Este era uno de esos momentos.
— ¡Tú nunca te iras de mi lado de nuevo! — la bomba explotó, y
entonces saltó y salió furioso.
Miré a Caim y a Zurita, y los encontré con sus grandes ojos
enfocados en mí.
— See, estaba esperando eso — murmuré, y tomé otro bocado.
Demonios. Demasiado para
momentos Zen. Chax necesitaba relajarse.
— Kas, necesitas tener más cuidado — me lanzó Caim.
¡Oh, por todos los
santos! ¡Lo maté, ¿no?!
Bajé mi tenedor y me fui sin decir ningún comentario. El
episodio del gato muriendo había terminado y cuando alcancé la sala, los
encontré mezclados y hablando.
— Oh genial, mamá está aquí — dijo Raven, rodando los ojos por
mí.
Me centré en ella — Apuesta tu culo, punk.
— Oh por favor, puedo contra ti — me disparó de vuelta.
Max, quien estaba bebiendo jugo, se atragantó por el comentario
de la pequeña bravucona. Nanini y Lada tomaron una respiración.
Con una sonrisa, la miré — Bueno, vamos a ver, cosita
caliente.
Me di la vuelta y camine a través de la puerta de salida.
Cuando salí afuera, fui recibida por los rayos del sol de la mañana y el canto
de los pájaros. Caminé por el círculo donde Chax me entrenó cuando acababa de
llegar a Exsilium. Me di vuelta para ver si el dolor el en culo estaba detrás
de mí. Y miren eso, ella estaba caminando hacia mí con una sonrisa en su
rostro.
— Raven, yo no haría eso si fuera tú — dijo Max, tratando de
detenerla.
— Solo mira y veme patearle el trasero — disparó Raven de
vuelta.
Detrás de ella, pude ver a Chax apoyado contra la pared,
mirándonos.
— ¿Estas lista para que te pateen el trasero? — ella anunció
cuando me alcanzó.
Entonces, si Chax no
está deteniéndome, oh siiii. Tiempo para algo de diversión.
Ella empezó con una patada a mi torso, pero le agarré el pie a
la mitad de su patada y detuve su movimiento. Su sonrisa cayó.
— Mi turno — fue el único aviso que tuvo antes de que mi puño
golpeara su mandíbula.
Ella voló hacia atrás y cayó en el piso. Sacudiendo su cabeza,
se puso de pie otra vez. Irrumpió hacia adelante, lista para golpearme con su
puño.
Amateur.
Me teletransporté a su espalda y la empujé hacia adelante.
Conmocionada, se dio la vuelta y me miró.
— ¡Eso es trampa! — ella estaba enojada.
— Eso es usar tus habilidades para sobrevivir — la corregí.
Ella irrumpió hacia adelante nuevamente, sus ojos en llamas.
— Kas, solo no la hieras tanto — dijo Ben desde mi derecha.
Su puño voló hacia mí, pero desvié el golpe. Levantando mi
pierna, la patee en la espalda y vi como salía volando por el aire, cayendo con
fuerza.
La niña necesita
aprender a esperar por el momento adecuado.
Ella volvió a levantarse, pero esta vez eligió transformarse a
su forma de Hellhound. Sus ojos parpadeaban con rabia entre el rojo y el
amarillo.
¡Demonios! Ella estaba
enojada.
Okay, tiempo de algunas lecciones más. No me transformé en
hellhound, realmente no lo necesitaba. Ella no tenía entrenamiento formal,
entonces su hellhound no estaba disciplinado a la perfección como el mío. Su
puño vino a mi otra vez. Le agarre la mano en el aire y esperé a que ella
hiciera algo. Rugió y su otro puño voló a mi cara. Agaché mi cabeza, su puño no
llegó a conectar por poco.
— Kasadya, no tenemos todo el día —dijo Chax, detrás de mí.
Asentí y la golpee con toda mi fuerza. Su gran tamaño aterrizó
fuerte, dejándola inconsciente. La niña estúpida necesita aprender a pelear.
Camine hacia ella y vi cómo se transformaba de su forma hellhound a su forma
normal.
— Que alguien despierte a la niña. Tenemos trabajo que hacer —
declaré.
Caminé lejos y vi a Ben y a Nanini moverse para ayudarla.
Alcancé a Chax y esperé a que otra bomba explote.
— Si la guías, puede que ella sea capaz de sobrevivir al sueño
que tuviste — dijo, reafirmando sus palabras mientras se daba la vuelta y
desaparecía dentro de la casa.
¡Y bang! Mi humor
cayó tan rápido que tuve que aspirar una bocanada de aire. Me giré y la miré. Al
menos ella estaba despertando, moviendo su cabeza.
Realmente lo odio.
Caminé hacia ella, los otros se dispersaron cuando vieron que
me aproximaba. Raven solo me miró sin miedo. Me detuve justo ante ella.
— Tienes mucho que aprender, Raven. Deja de tratar de pelear
con todos los que ves y trata de aprender de ellos. Yo te puedo ayudar. Todos
nosotros te podemos ayudar — dije, mis manos señalaban a los otros quienes
estaban asintiendo. — Una batalla se aproxima y va a ser brutal. Si no estás
lista, no duraras mucho — traté de explicarle mientras le ofrecía mi mano para
ayudarla a pararse.
Podía ver el impacto que tuvieron mis palabras y el pequeño
flash de miedo en sus ojos. Ella asintió y tomó mi mano.
— Okay — murmuró a penas, tratando de levantarse sobre sus
pies sin ninguna ayuda — Dejaré de ser arrogante.
Satisfecha, la tiré hacia arriba y la estabilicé, hasta que su
balance volvió. Me giré a mirar a Max quien estaba sonriéndome.
— Necesitamos encontrar a esos príncipes, y agilizar las cosas.
¿Alguna sugerencia? — le pregunté,
tratando de mantener la desesperación lejos de mi voz.
— Lo sé, pero nuestras opciones son limitadas — respondió.
— Um Kas, ¿Qué pasa con la princesa? — preguntó Nanini detrás
de mí.
Me giré a mirarla.
— ¿Qué quieres decir? — pregunté, confundida.
Nanini miró alrededor, — Ya sabes, ella trató de advertirte
sobre Kali. Y dijo que sabía lo que te estaba pasando y eso de que podían
ayudarse la una a la otra — susurró la última parte, asustada de decirlo en voz
alta.
Mi mente volvió a la conversación que tuvimos con su alteza.
Podría funcionar. Podría
ser otra trampa. Chax.
— Vamos a decirle a Chax y dejemos que él decida — sugerí.
Me giré y caminé hacia la casa, preparada para que otra bomba
explote.
A él no le va a gustar
esto. Nop, ni un poco.
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[1]
Arch se refiere al Arc de arcángel. No había forma de traducirlo.
Fin del Capítulo 5